La historia de la conquista de la Nueva España, que se inició a principios del siglo XVI, se puede dividir en tres etapas. La primera con la toma de Tenochtitlán por Hernán Cortés, entre 1519 a 1521.

La segunda etapa se puede considerar con la expansión desde la ciudad de México en todas direcciones, esto entre 1522 a 1524.

La tercera etapa desde el 1524 hasta finales del s XVI, periodo en que se realizó la conquista de Nueva Galicia, las provincias de Nuevo León, la Nueva Vizcaya y la conquista de Nuevo México por Juan de Oñate.

Las  numerosas expediciones realizadas en la Nueva España tuvieron como único fin la búsqueda de oro y plata. Esto fue lo que atrajo a miles de aventureros españoles a las provincias del norte. La mayoría de las grandes ciudades importantes se desarrollaron en los centros o reales mineros, como las de Nueva Galicia con su capital Guadalajara quien prospero gracias a las minas de  Guachinango, Ixtlán y Jacotlán.  La ciudad de Zacatecas debe su origen al descubrimiento de las grandes y ricas vetas de San Bernabé, La Albarrada y Pánuco. Durango que fue la capital de la Nueva Vizcaya, se mantuvo inicialmente por la mina de Avino y otras. Posteriormente se descubrieron los grandes yacimientos de San Luis Potosí y Guanajuato.

Vista panorámica de la Ciudad de Zacatecas, en donde el 20 de enero de 1546 se establece la expediciòn capitaneada por Juan de Tolosa, descubridor de las minas enviado por Cristóbal de Oñate, gobernador de la Nueva Galicia. Desde esta ciudad se iniciò la colonizaciòn de todo el norte de Mèxico y sur de lo que hoy es U.S.

La fundación de la ciudad de Zacatecas fue en el año de 1548, en la que participaron Juan de Tolosa, Cristóbal de Oñate, Diego de Ibarra y Baltasar Temiño de Bañuelos, tres vascos y uno burgalés de Castilla la Vieja. En la calle de Tolosa, hoy Hidalgo y en el centro de la ciudad de zacatecas, existe la Fuente de los Fundadores, en su memoria. En las cuatro caras están los nombres  de cada uno de ellos. De esta ciudad partió la colonización de todo el norte de México y sur de lo que hoy es Estados Unidos.

LA FUNDACIÓN DE ZACATECAS

Ya hemos hablado de Juan de Tolosa, Cristóbal de Oñate Baltazar Temiño de Bañuelos, ahora hablaremos un poco de Diego de Ibarra, uno de los cuatro fundadores de la ciudad de Zacatecas y tío de Francisco de Ibarra, que sería el conquistador y colonizador del Reino de la Nueva Vizcaya, motivo de este pequeño estudio.

Los primeros conquistadores que llegaron con Hernán Cortés en el 1519 y de los cuales se desprendieron, entre otros, Nuño de Guzmán y Pedro de Alvarado, de los que ya hemos tenido oportunidad de hablar anteriormente. Diego de Ibarra pertenece a la segunda generación de conquistadores llegados de España, quien arribo a la Nueva España en el 1540.

Diego de Ibarra nació en la villa de Éibar en Guipúzcoa, hacia 1520 o 1521. Su padre fue, don Francisco Perez de Ibarra, juez del condestable de Castilla. Su madre fue, doña María Perez de Marquiegui, nacida en Elgueta, de la misma provincia.

Diego de Ibarra nacido en Éibar (Guipúzcoa), llegó a la Nueva España en 1540, quien financió a sus sobrino Francisco de Ibarra en la conquista y colonización de la Nueva Vizcaya y su capital Durango. (Arriba, casa Consistorial de Éibar, en la plaza de (VNTZAGA).

En la plaza (Barria) principal de Eibar se encuentra la iglesia de San Andrés de los s XVI – XVIII. MENDEETAKOA GOTICOA – ERRENAZIMENTTUA, época de la que estamos hablando. En un principio fue el núcleo de desarrollo de la comunidad y fue una anteiglesia con el nombre de San Andrés de Eibar  s XIII.

Los hermanos de Diego fueron, don Pedro Sáenz o Sanchez de Ibarra, quien se quedó en España; don Martín Sáenz de Ibarra, clérigo e inquisidor de Calahorra y don Miguel de Ibarra quien fue el mayor de la familia y quien emigró a la Nueva España. Recordar que fue compañero de Juan de Tolosa, el descubridor de las minas y fundador de Zacatecas, al igual que  Cristóbal de Oñate, y oriundos de la misma región de Guipúzcoa, España.

Las hermanas fueron, doña María, doña Ana y doña Dominga, que también se quedaron en su tierra natal.

Los abuelos paternos fueron don ¨Pedro Sáenz de Ibarra y doña Ota de Paguagua, ambos de Eibar. Los abuelos maternos, don Pero Sáenz de Marquiegui, nativo de Elgueta y doña Maria de Mallea, nacida en Eibar.

Para cuando llegó Diego de Ibarra a México, su hermano Miguel ya había sido capitán de Nuño de Guzmán en la conquista de Nueva Galicia y regidor de la villa de Guadalajara desde el 1533 y en los 1540 se encontraba ocupado en la guerra del Miztón. Diego llegó con el ejército del virrey Antonio de Mendoza, pero no fue un personaje sobresaliente en esta lucha, por haber sido herido en una pierna, quedando permanentemente tullido. En cambio Miguel desempeño un papel muy importante en las batallas del peñón de Nochistlán y en el Miztón.

Sin embargo Diego entra en la historia al fundar Zacatecas, junto con Cristóbal de Oñate, Juan de Tolosa y Baltazar Temiño de Bañuelos, el 20 de enro de 1548, de la que fue alcalde mayor.  Diego fue promotor del culto Mariano en Zacatecas, perteneció a varias cofradías, signatario de las ordenanzas del Santísimo Sacramento, suscritas el 22 de mayo de 1553. Los tres primeros de origen Vasco y el último burgalés.

Ya bien establecido y con bonanza en Zacatecas,  a mediados de 1556 pidió la mano en la ciudad de Mèxico de doña Ana de Castilla, hija del virrey Luis de Velasco y de doña Ana de Castilla. De esa ciudad partieron para Zacatecas, donde nacieron dos hijos, don Luis y doña Mariana de Ibarra y Velasco. Murió don Luis en Durango en 1576, de donde la familia se trasladó a Tultitlán y de allí a México, sobreviviéndole doña Ana unos años. Ambos fueron enterrados en la capilla que habían fundado en la iglesia de Santo Domingo.

Algunos antecedentes familiares

(Diego de Ibarra y la Nueva España, por Guillermo Porras Muñoz).

Doña Mariana Ibarra y Velasco nació en la villa de Pánuco, Zacatecas, quien casó con su primo hermano don Francisco de Velasco, hijo primogénito de don Luis de Velasco y Castilla y de doña María de Ircio y Mendoza.

Del matrimonio de don Francisco de Velasco y doña mariana de Ibarra nacieron ocho hijos. La mayor se llamó Mariana de Velasco e Ibarra quien nació en Nueva España y paso a con sus padres a el reino de Castilla. Otra hija fue doña Isabel de Velasco e Ibarra, quien nació en Madrid recién llegados sus padres de México.

Otro de sus hijos fue Antonio, quien murió muy joven. Además de los anteriores tuvieron don Francisco y doña Mariana a Don Luis en quien recayó el marquesado de Salinas del Río y Pisuerga y a doña María quien fue condesa de Calimaya. Por estos dos nietos de don Diego de Ibarra, un siglo más tarde se unen ambos títulos en don Nicolás de Altamirano y Velasco.

De los hermanos de don Diego de Ibarra hubo un gran número de descendientes que tuvieron actividades en el noroeste de la Nueva España, (sobrinos). De su hermano mayor  don Pedro Sáenz de Ibarra se conoce que casó con doña María Arandia, de donde nacieron Martín Ibáñez de Ibarra, Juan de Ibarra y una hija.

Francisco de Ibarra nació en Eibar en el 1539, de donde pasó a la Nueva España al amparo de su tío don Diego de Ibarra, quien lo acomoda como paje del virrey Luis de Velasco. Luego lo llama a Zacatecas, en donde ya con mucho capital lo apoya en sus expediciones de exploración y conquista del reino de la Nueva Vizcaya las cuales costaron como 200,000 pesos a don Diego.

Las exploraciones empiezan en el 1554, partiendo de Zacatecas. El 24 de junio de 1562, recibe el nombramiento de gobernador y capitán general, expedido por el virrey Velasco y confirmado por el rey en 1574 con carácter vitalicio y por dos vidas, con el derecho de nombrar sucesor y con salario de 2,000 pesos anuales. Don Francisco de Ibarra desde 1572 ya se encontraba muy enfermo de tuberculosis y murió en la villa de Panuco el 17 de agosto de 1575.

Don Francisco de Ibarra hizo su testamente en junio de 1574 en el cual nombra  como sucesor en el gobierno a su hermano menor, el licenciado Juan de Ibarra, expidiéndole el título el 20 de febrero de 1576. Cuando don Juan se encontraba en Cádiz preparándose para embarcarse en la flota del general Antonio Manrique, falleció en el mismo puerto de Cádiz, por lo que quedó sin efecto el nombramiento.

Francisco y Juan de Ibarra no dejaron descendencia, pero el hermano mayor, Martín Ibáñez de Ibarra, sin estar casado, tuvo por hijos a Mari Ochoa de Ibarra, quien fue esposa del licenciado Martín de Zavala, y a Martín y Santorum de Ibarra. Siendo don Martín Ibáñez el heredero universal de los bienes de don Francisco de Ibarra, el licenciado Zavala y Santorum pasaron a la Nueva España a tomar posesión de la herencia. La licencia fue dada en Madrid el 21 de mayo de 1585.

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